Reflexions

Por fin me reconozco

Hace ya más de un mes que tuve la última sesión de quimio y mañana empiezo con la radio. Es curioso, pero cuando acabas con lo que te dicen que es lo peor del proceso, de repente, se desvanece toda la paciencia que has tenido que invertir en la primera fase y quieres recuperar tu físico y salud de inmediato, como si nunca hubiera pasado nada de nada, como si al día siguiente ya volvieras a ser la de antes. Y es así como cada mañana, durante seis semanas, lo primero que he hecho al encontrarme en el espejo ha sido buscar el primer indicio de pelo en una calva brillante, el primer pelo de unas cejas despobladas o la primera pestaña de unos ojos casi cerrados, y comprobar el color de la piel de mi pequeño cuerpo (que bien se ha portado, pobrecito).

El caso es que no ha sido hasta hoy que me he reconocido en el otro lado del temido espejo. El click que me había anunciado la oncóloga se ha producido: los ojos ya se abren bastante más y la cabeza ya insinúa el mapa de mi pelo. Qué alegría más grande! Como me echaba de menos !!! De repente he recordado el cuento de la bella durmiente, bueno, aquí no ha habido el beso de ningún príncipe, ni yo soy una princesa, pero coincide en que la bella y yo hemos estado temporalmente «dormidas».

Anyway, que estoy contenta qué coño!!!. y este estado me ayuda a recuperar la paciencia y la responsabilidad de cuidarme. No vale relajarse a la hora de comer sano, no vale pensar que llego a todo y más, no vale caer en lo que me enfermó!!! De qué hubiera servido  sino todo esto !!!

Pues eso, que lo he querido hacer público para compartir la alegría, advertir a las mujeres que vayan detrás de mí sobre lo que se encontrán, pero también para llamarme la atención, que me conozco…
Apali! (que diría un amigo mío)
Salud,
M.

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